La lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y supervivencia de los niños, aporta una óptima nutrición favoreciendo su crecimiento y desarrollo; ningún otro sustituto tiene igual aporte nutritivo en calidad, cantidad y proporciones de sus componentes, lo que permite proteger la salud de los niños disminuyendo los riesgos de mortalidad infantil por infecciones; de igual manera minimiza la incidencia y la severidad de ellas; especialmente la diarrea, las infecciones respiratorias, las alergias, la diabetes y los linfomas. Además contribuye a la relación psicoafectiva entre madre e hijo.
Hasta los seis meses de vida la lactancia materna debe ser exclusiva, sin proporcionar al lactante ningún alimento ni bebida, luego de esta edad se deben suministrar otros alimentos nutritivos, pero teniendo en cuanta que hasta los dos años se debe continuar con la administración de este gesto de amor.
Para siempre recordar...una buena nutrición infantil es uno de los pilares más importantes de la salud y el desarrollo disminuye la vulnerabilidad de contraer enfermedades no solo físicas sino también mentales, un niño sano aprende mejor y es más productivo..